viernes, 5 de septiembre de 2014

Análisis del mercado de fichajes

Hace pocos días que asistimos al cierre mercado de fichajes sin niguna gran incorporación de última hora, al contrario de lo que mucha gente esperaba, únicamente llegó Chicharito como alternativa en la punta de ataque.

La actuación del club mercado de fichajes se podría encajar en una bipolaridad digna del más puro Sergio Ramos, y es que allá por agosto todo parecía ir sobre ruedas, con las incorporaciones de Kroos y James complementando una plantilla campeona de Europa y llamada a marcar un ciclo tanto en el panorama continental como en el español.
Incluso las salidas parecían bien gestionadas, Casemiro se marchó cedido al Oporto, donde está demostrando que es capaz de aprovechar los minutos al alto nivel, y se está convirtiendo en una buena opción de cara a reforzar el equipo en el futuro, y se obtuvo un beneficio enrome por la venta de un canterano sin explotar como Morata.
El único punto negro de esta parte del mercado fue la gestión de la portería por parte del club, ya que se hizo tarde (se incorporó a Keylor sin dar salida a alguno de los que había) y mal (ya que mientras esté Casillas sus fans de la prensa harán imposible que la competencia en el puesto sea sana, esté al nivel que esté el capitán).

Con la plantilla a priori cerrada (por mucho que en AS quisieran colocarnos a Falcao) comenzó una serie de despropósitos que han dejado la planificación deportiva del club en muy mal lugar, y que a mi juicio han terminado por debilitar la plantilla hasta el punto de empeorarla con respecto al año pasado.

Al error con la portería se sumó la salida de Di María, pieza clave en el esquema de Ancelotti y jugador muy valorado por todos en el club. Esta salida puede ser entendible si se observa el tema económico: se sacó por él un buen precio (80 millones) y el propio jugador rechazó mejoras de contrato pidiendo más dinero.
Con James cubriendo el puesto del fideo la plantilla seguía siendo muy válida, pero el golpe definitivo fue la marcha por sorpresa de Xabi Alonso, un pilar del equipo dentro y fuera del campo. Desde mi punto de vista, en este asunto me han decepcionado Xabi, por hacerlo el 27 de agosto, el club por dejarle salir a reforzar a un máximo rival como el Bayern y a precio de saldo (10 millones) y Ancelotti por no saber reconducir la situación.

Llegados a este punto era de esperar que el club hiciera algún movimiento en busca de reforzar la zona ancha, especialmente tras ver la debacle de Anoeta, donde el centro del campo fue el principal punto flaco del equipo, pero no fue así. En lugar de ello, el club trajo un delantero centro que, recordemos, es la única posición que Ancelotti dijo públicamente que no veía necesario reforzar. No quiero hablar en contra del jugador, que me parece que cumplirá bien su rol de suplente de Benzema, pero esto vuelve a dejar en evidencia la planifiación deportiva.

  Para rematar el desaguisado, un día después del cierre de mercado se lesionó Sami Khedira para dos meses, dejando ahora un centro del campo muy corto de efectivos.

En resumen, el período de fichajes ha tenido aciertos (con Kroos tenemos centrocampista para años) pero en líneas generales ha servido más para debilitar la plantilla que para corregir los puntos flacos de un grupo llamado a marcar época. Supongo que tarde o temprano se sabrá por qué el criterio deportivo no ha sido el más importante a la hora de fichar.

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