martes, 30 de diciembre de 2014

Balance del año

En estas épocas en la que el fútbol se toma un descanso de unos días, lo propio es echar la vista atrás para analizar cómo ha sido el año que termina para el Real Madrid:

Comenzamos 2014 pisando fuerte con las eliminatorias en Copa, todas ellas resueltas con solvencia, incluídas las semis contra el Atlético en la que jugó un papel destacado Jesé, confirmando así las buenas sensaciones que apuntaba su irrupción al inicio de la pasada temporada.



Además de la aparición del canario, la otra buena noticia fue la llegada de deseado equilibrio buscado por Ancelotti, equilibrio encontrado en una decisión brillante del técnico acoplando un jugador que a la postre sería pieza clave en el esquema, Ángel Di María.
Con la copa finiquitada, la marcha en liga siguió ayudando a puñir el esquema, a costa de dar poco descanso a piezas claves, lo que luego resultó un hándicap a final de temporada, especialmente en la competición doméstica. Llegaron así las eliminatorias de Champions, el show de la BBC ante el Schalke y la desgraciada lesión de Jesé en la vuelta. A esta eliminatoria la siguió la revancha contra el Borussia Dortmund, con un partidazo en el Bernabeu, donde el equipo pasó por encima del conjunto de Klopp, y el susto posterior en el Westfallenstadion, en el que sin duda fue nuestro peor partido en la pasada edición europea, por suerte (Casemiro mediante) todo quedó en un susto.

Con nuestra némesis europea en el horizonte (el Bayern) tuvimos la primera alegría de la temporada, la final de Copa del Rey, con el primero de los momentos para recordar que dejaría Gareth Bale, que comenzó a justificar cada euro pagado por él con su demoledora carrera destrozando a Bartra y a todo el barcelonismo, antes de ese momento de gloria el partido había sido muy disputado, con el propio Bale paliando la ausencia de Cristiano y con un Isco espectacular en su nueva posición de volante, sin olvidar el trabajo atrás de jugadores como Pepe o Coentrao parando al ataque culé, y del mejor centrocampista del curso pasado, Luka Modric, en su línea sobresaliente de toda la temporada.

El subidón de la copa dio moral para enfrentarnos al Bayern de Pep, el primer partido en casa cumplió con el guión previsto, con los germanos llevando la iniciativa aunque de forma estéril, lastrados sin duda por el estilo impuesto por su técnico, como esto va de meter goles los "atletas" dela BBC volvieron a golpear en Europa y destrozaron a los bávaros a la contra, con suerte para el filósofo de recibir únicamente un gol.
Aunque eclipsada por la final, la vuelta de la eliminatoria en Múnich es otro de los partidos que quedarán en la leyenda madridista, sin duda nuestro mejor partido del año, en el que el sistema diseñado por Ancelotti barrió de campo el intento de épica de un Bayern a contraestilo, demasiado refinado y atado por su entrenador, Sergio Ramos comenzó a ponerse el traje de héroe con dos goles a balón parado, devolviéndole a Neuer el golpe en las semis de hace dos años.

La ansiada final planteó la duda de pelear la liga hasta el final o centrarse en el partido de Lisboa, finalmente los problemas físicos de varias piezas clave de la plantilla obligaron a dejar de lado la competición doméstica, que de haber estado algo más frescos probablemente no se habría escapado, probablemente la falta de rotaciones sea el único punto negro del trabajo de Carlo en el Madrid.
De la final de Lisboa poco más se puede decir, creo que no he vivido un momento más épico como madridista, es difícil escribir un mejor guión para el trofeo más importante de la historia moderna del club, la ansiada Décima ha servido para reforzar al madridismo, no sólo al club y a la plantilla si no también a la afición, recordándonos nuestra verdadera identidad, la del campeón de campeones.


El verano vino marcado por más movimiento del esperado, teniendo en cuenta que había una plantilla campeona necesitada de pocos retoques, las llegadas de Kroos y James aportaron ilusión a la afición, ilusión que se vió contrarrestada con salidas mal gestionadas, como las de Di María y Xabi. Este desconcierto se hizo notar a principio de temporada, perdiendo por el camino la Supercopa de España y varios puntos en liga.

A pesar de esto, Ancelotti ha sabido dar de nuevo con la tecla y ha armado el equipo sacando lo mejor de Isco y James en posiciones inesperadas para ambos, junto al inmediato acople de Kroos y el mejor momento en la carrera de Cristiano, unido todo al buen momento de forma general (los centrales, Benzema...). Todos estos factores han dado como resultado un juego perfectamente engrasado que ha llevado al equipo a superar el récord de victorias, con un juego vistoso y alegre, poniendo al Mundialito como guinda de pastel a un excelente final de año, únicamente ensombrecido por los problemas físicos de Marcelo, Ramos, Bale o Modric.

En resumen, se cierra un año muy bueno para el madridismo, con la Décima como catalizador del resto de momentos alegres que hemos disfrutado con nuestro equipo, momentos que parece que seguiremos disfrutando en un futuro próximo, a la vista de la situación actual del club. Por tanto solo nos queda guardar 2014 en el recuerdo y desear que el nuevo año sea como mínimo igual de bueno que este. Feliz año y HALA MADRID Y NADA MÁS

PD: No podemos olvidar el recuerdo a Don Alfredo Di Stéfano, que nos dejó este verano, se marchó como llegó, con una Copa de Europa bajo el brazo, y su recuerdo vivirá siempre en este club, hasta siempre y gracias Don Alfredo

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