martes, 17 de febrero de 2015

El curioso caso de Fabio Coentrao

Si hace unas semanas poníamos el foco en la extraña situación vivida por Sami Khedira, que parece que va a resolverse con el internacional alemán tomando la puerta de salida del club, hoy toca fijarse en su compañero de camilla (porque en el campo poco): Fabio Coentrao.

Bien es cierto que el lateral ha estado en el punto de mira desde que llegó, su precio, el ser un fichaje de Mourinho y la consolidación de Marcelo, amén de la buena prensa del brasileño, le han lastrado a la hora de competir por un puesto en el equipo. Pero desde la salida de Mou, su gran valedor, parece que esta falta de continuidad nace más del propio jugador que de factores ajenos a él. Y es que en estos dos años Fabio ha pasado casi más tiempo en la enfermería que sobre el terreno de juego.



Esta situación se pasó por alto la pasada temporada, ya que el portugués consiguió superar sus problemas físicos justo antes del final de temporada, coincidiendo con la lesión de Marcelo, y se hizo una pieza importante en los que seguramente hayan sido sus mejores meses vestido de blanco, firmando buenas actuaciones tanto en la final de copa como en la semifinal de Champions League contra el Bayern, demostrando su nivel real y marcando diferencias con Marcelo, especialmente en la faceta defensiva. Sin embargo la temporada acabó mal para él en forma de lesión con su selección en el Mundial.
Y es que desde su lesión en la cita mundialista Coentrao no levanta cabeza, esta temporada ha pasado incontables veces por la enfermería, y raro es que haya estado más de 3-4 semanas a disposición de Ancelotti.

La opacidad del club en este asunto también da lugar a especular con las causas de tantas y tan variadas lesiones, por supuesto el desaguisado que son los servicios médicos en el club no puede pasarse por alto; pero a ello creo que hay que añadir otros factores como pueden ser falta de profesionalidad por parte de jugador, no sólo en el sentido de su gusto por la vida nocturna (no creo que sea ni el primero ni el último), si no también falta de capacidad de sacrificio y autoexigencia, lo que le llevaría a borrarse ante una competencia en la que Marcelo (no siempre por méritos propios) le ha ganado la partida.

Todos estos problemas unidos a que, como he mencionado anteriormente, nunca fue un jugador que haya caído bien a casi ningún estamento del madridismo parecen haber provocado una situación incómoda de la que el jugador no puede o no quiere salir, y esto se manifiesta en su no-implicación con el equipo. Por lo que parece evidente que sólo queda una solución, y es la salida del jugador este verano. Una pena, porque viendo el nivel que ofreció la pasada campaña, al inicio de ésta parecía que la banda izquierda estaba bien cubierta con dos laterales complementarios. Tocará buscar en el mercado.

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