martes, 3 de febrero de 2015

El mercado invernal y los jóvenes

A pocas horas de cerrar el mercado de fichajes y, salvo sorpresa, sin ningún movimiento a la vista es momento de analizar la actuación del club en un mercado que ha estado más animado de lo que se podía preveer, sobre todo de cara al futuro.
Y es que prácticamente ninguna de las contrataciones tendrá un efecto inmediato en el primer equipo, si no que son apuestas a medio-largo plazo, huyendo así del tópico de que en enero sólo se fichan parches.

La primera de las incorporaciones es la del holandés Mink Peeters, formado en las canteras de Ajax y PSV, este centrocampista ofensivo holandés con capacidad para desempeñarse en banda izquierda llega para jugar en el juvenil, con vistas a complementar su formación en el Castilla cuando sea posible. Ya ha llegado a debutar con los de Ramis, puesto que su incorporación fue anterior a la apertura del mercado.

Con la llegada de mes de enero se resolvió por fin el culebrón en las canteras europeas. El juvenil más deseado del momento, el noruego Martin Ødergaard, internacional absoluto por su país, se decidía finalmente por el Real Madrid, tras finalizar una gira continental un tanto extravagante, entrenando con varios equipos hasta que por edad pudo formalizarse su traspaso. Pese a su presentación con honores de estrella, la realidad de noruego será algo más sensata y pasará a ponerse a las órdenes de Zidane en el Castilla, alternando entrenamientos con la primera plantilla. Mediapunta técnico y de último pase, habrá que seguir su evolución con el filial, ya por fin lejos de las estridencias que ha despertado su contratación.

El capítulo de juveniles está aún revuelto, con los posibles fichajes del guardamenta argenitno Batalla, Marco Asensio (a falta de confirmación oficial) y el coreano Lee (como respuesta a las supuestas agresiones del Barcelona), parece que el mallorquín seguirá fogueándose esta temporada en su club de origen, y supongo que dependerá de un posible ascenso del Castilla su incorporación a la disciplina blanca en la temporada próxima.

Además de las apuestas de futuro, se ha buscado un refuerzo para la primera plantilla, el brasileño Lucas Silva, que viene a complementar una medular que ha quedado algo mermada con la lesión de Modric y la falta de confianza en Illarramendi y Khedira. Mediocentro de buen trato de balón, habrá que ver si consigue adaptarse al ritmo del fútbol europeo y a las exigencias propias de todo un Real Madrid. De él se espera que aporte soluciones y descanso a una medular un poco escasa de alternativas a los titulares. Parece que viene con la lección aprendida y con su rol claro, por lo que sólo le queda probar que tiene nivel para el mismo, así como continuar con su progresión y ganar importancia en la plantilla.

Con la excepción de Lucas Silva, que viene para el primer equipo, el resto de incorporaciones demuestran que algo ha cambiado en Valdebebas, donde las cosas no pintaban nada bien en verano. Esta captación de jóvenes talentos a varios nivels de desarrollo es una política muy positiva, en la que creo que ha influido decisivamente Zinedine Zidane, ya que el entrenador del Castilla es la cara más reconocible del entramado en la fábrica, y su popularidad, así como su buen hacer han podido ser claves a la hora de atraer a los chavales. Y es que tener la oportunidad de desarrollar tu talento al lado de uno de los mitos de tu infancia debe ser algo irrechazable. Además la posiblidad de que el francés, al igual que todas estas jóvenes promesas, se desarrolle como entrenador con vistas a dar el salto al primer equipo junto a algunos de sus pupilos es realmente ilusionante para el madridismo.

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