martes, 26 de agosto de 2014

La marcha de Di María


Parece que el culebrón del verano madridista ya se ha resuelto con la venta de Ángel Di María al Manchester United, lo primero es agradecer que por una vez el maldito culebrón sea una salida y no una llegada. Dicho esto pasamos a analizar la operación desde los diferentes puntos de vista.

Para el club es una operación magnífica, ingresa cerca de 80 millones por un jugador que no es de primerísimo nivel, especialmente en el área de marketing, permitiendo así financiar el traspaso estrella del verano. Además permite así librarse de un elemento potencialmente conflictivo, ya que 3 peticiones de renovación en 4 temporadas parecen excesivas.

Con esta salida, la plantilla se ve bastante perjudicada, y es que sin ser un líder o una estrella, el rosarino consiguió hacerse fijo en el esquema del equipo. Incluso cuando su papel parecía que iba a ser el de secundario o revulsivo, el fideo supo reconvertir una situación bastante complicada (llegando incluso a tener roces con la grada) ayudado por una buena gestión del entrenador Carlo Ancelotti. Precisamente por ésto el equipo pierde una pieza importante, obligando al entrenador a tener que reinventar un sistema que funcionaba y que había sido convenientemente reforzado.

Aunque a mi juicio el principal damnificado es el jugador. No sé si ha sido mal aconsejado por su entorno o si todo esto ha sido iniciativa suya, pero creo que Ángel acabará sufriendo otro "síndrome de Özil" y arrepintiéndose de su marcha, tal vez no en lo económico pero sí en todo lo demás.
Cambia un club que está en la cima del panorama continental, y en el que estaba muy bien considerado por parte de plantilla, entrenadores y afición, por un grande en horas muy muy bajas, en el que puede que no tenga la influencia que desea sobre el campo (podría acabar jugando de carrilero) y que no disputa competición europea este año. Y todo por ganar un par de millones más por temporada.

Resumiendo, la salida de Di María parece un error por parte del club, que vuelve a no primar lo deportivo, aunque éste se ve mitigado por el gran ingreso que supone, y espero que el hueco en la plantilla se cubra en estos días que quedan de mercado (lástima no tener a Jesé). Pero nunca hay que olvidar que el Madrid está por encima de todo y de todos, y que es la meta para casi cualquier futbolista del mundo, por tanto aquel que no quiera estar puede coger la puerta e irse, que siempre habrá alguien de calidad deseando ocupar su lugar.

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